Bibliografía

-Alvar, Carlos (antólogo, traductor y prologuista), Poesía de trovadores, trouvères y minnesinger (de principios del siglo XII a fines del siglo XIII), Alianza editorial, Madrid, 1995

-Diccionario enciclopédico Salvat, Tomo XII, Orinoco, Caracas, Venezuela, 1955

-Grimberg, Carl, Historia universal. La Edad Media, el choque de dos mundos: Oriente y Occidente, Daimon Manuel Tamayo, México, 1983.

-Lida, de Malkiel María Rosa, La idea de la fama en la edad media castellana, Fondo de Cultura Económica, México, 1952.

-Nelli, René, Trovadores y troveros, Medievalia, 2ª edición, Barcelona, 2000.

Fuentes electrónicas:

-http://www.eurielec.etsit.upm.es/~zenzei/index.php?numero=2&tipo=literatura&arch=2minessang

Introducción

Se dice pronto, pero son casi mil años de Edad Media. Aunque no podamos comparar los avances técnicos con nuestra era, también en la Edad Media se dieron cambios importantes en las distintas áreas de la cultura y sociedad. Ahora vamos a ver como es que trovadores, troveros y minnesinger aparecen en el escenario de esa época.
La cultura cortesana medieval se distingue de toda otra cultura cortesana anterior —e incluso de la de las cortes reales helenísticas, ya fuertemente influidas por la mujer— en que es una cultura específicamente femenina. Es femenina no sólo en cuanto a que las mujeres interviene en la vida intelectual de la corte y contribuyen a la orientación de la poesía, sino, también, porque en muchos aspectos los hombres piensan y sienten de manera femenina. En contraste con los antiguos poemas heroicos, e incluso con las chansons de geste francesas, que estaban destinadas a un auditorio de hombres, la poesía amorosa provenzal y las novelas bretonas del ciclo del rey Arturo se dirigen, en primer lugar, a las mujeres. Leonor de Arquitania, María de Champagna, Ermengarda de Narbona, o como quiera que se llamen las protectoras de los poetas, no son solamente grandes damas que tienen sus “salones” literarios, no son sólo expertas de las que los poetas reciben estímulos decisivos, sino que son ellas mismas las que hablan frecuentemente por la boca del poeta.
La lírica trovadoresca es una “poesía de sociedad”, en la que incluso la experiencia real debe encubrirse con las formas rígidas de la moda imperante. Todas las composiciones cantan a la mujer amada en la misma forma, dotada de las mismas gracias y la representan como encarnación de las mismas virtudes e idéntica belleza; todas las composiciones están integradas por las mismas retóricas, como si todas fueran obra de un solo poeta.
Una gran parte de los trovadores y de los minnersänger eran de origen humilde, pero, dado que un juglar bien dotado que contase con un noble protector podía alcanzar fácilmente el estado caballeresco, la diferencia de origen no tenía gran importancia. Ellos fueron los que en forma de canción amorosa formularon de manera cortesana, pero no totalmente ficticia, su homenaje a la dama, y colocaron el servicio de la mujer al lado del servicio del señor; y ellos fueron quienes interpretaron la fidelidad del vasallo. En esta trasposición de la situación económica y social a las formas eróticas del amor, actuaron también, indudablemente, motivos psicológico-sexuales, pero incluso éstos estaban condicionados sociológicamente.
La mayoría de los investigadores, con Konrad Burdach a la cabeza, quiere señalar un origen árabe a la novedad del amor caballeresco y de la poesía trovadoresca. Existe efectivamente, toda una serie de motivos que son comunes a la lírica amorosa provenzal y a la poesía cortesana islámica, sobretodo en la entusiasta exaltación del amor sexual y el orgullo de la pena amorosa; pero en ninguna parte se nos da una prueba auténtica de que los rasgos comunes —que, por lo demás, están bien lejos de agotar el concepto del amor cortesano caballeresco— le vengan a la poesía trovadoresca de la literatura árabe. Uno de los rasgos fundamentales que hacen aparecer dudoso tal influjo directo es que las canciones árabes se refieren en su mayor parte a las esclavas. Y en ellas falta totalmente la fusión del concepto de la señora con el de la amada, que es lo que caracteriza la esencia de la concepción caballeresca.
El matiz espiritualista del amor cortesano caballeresco es, indudablemente, de origen cristiano; pero trovadores y minnersänger no tuvieron por qué tomarlo de la poesía clerical; toda la vida afectiva de la cristiandad estaba dominada por el espiritualismo.
Los juglares, que se encuentran de nuevo en todas las cortes, y que en lo sucesivo forman parte de la comitiva. Incluso en las cortes más modestas, eran expertos histriones, cantaban y recitaban. ¿Eran obra suya las composiciones que recitaban? En un principio, como sus antecesores, los mimos, probablemente tuvieron que improvisar con frecuencia, y hasta la mitad del siglo XII fueron, sin duda alguna, poetas y cantores al mismo tiempo. Más tarde, sin embargo, debió de introducirse una especialización y, al parecer, al menos una parte de los juglares se limitó a la recitación de obras ajenas.
La lírica amorosa de los vagantes se distingue de la de los trovadores sobre todo en que habla de las mujeres con más desprecio que entusiasmo, y trata el amor sensual con una inmediatez casi brutal.

Guillermo de Aquitania o Poitiers

Tres estapas de la lírica medieval germánica

Hacia el año 1170 comienzan en lo que es la actual Alemania las primeras imitaciones de la lírica trovadoresca con el señor de Kürenberg, podemos ver en su lírica una notable influencia de la poesía de los trovadores pero con algunas particularidades muy notables que probablemente marcan las diferencias entre estas dos culturas: en la lírica germana la dama es una abstracción en la que entran todas las bondades de la naturaleza y su perfección por lo que su lírica es de corte filosófico. También hay dos formas de amor: el amor puro y el amor vil.

Al igual que la mayoría de los trovadores y los troveros, los minnesinger, eran de origen noble aunque hay ejemplos de poetas de extractos más bajos. La forma utilizada por los poetas germanos es la básica de los franceses: lied (canción). Aquí se diferencian dos tipos de canción: lied de forma regular y el leich de forma irregular. Existe una tercera forma que se llama spruch, esta tiene un contenido didáctico o moralizante. Los géneros son similares a los de los franceses: pastorela, canción de amor, etcétera. Existe una forma única, muy interesante, que se llama wechsel donde existe una especie de diálogo entre el enamorado y la dama.

Esta lírica germana suele dividirse en tres períodos:

1º Primavera: desde la aparición de Kürenberg (hacia 1170) hasta los últimos años del siglo XII. En este período se hallan influjos de la épica y, algo más tarde, una notable influencia de las tradiciones líricas francesa y provenzal.

El señor de Kürenberg (1150 – 1170): probablemente originario de la región de Linz, junto al Danubio, creó una poesía con influencia autóctona —se dice que probablemente no conoció la lírica francesa— por lo que su lírica resulta de un valor especial.

He criado un halcón más de un año

He criado un halcón más de un año.
Cuando lo tenía domado a mi gusto
y le había adornado las plumas con oro,
se elevó muy alto y voló a otras tierras.
Aun vi al halcón volar hermoso:
en su pata llevaba la cinta de seda,
en sus plumas brillaba todo rojo y oro…
¡Que Dios junte a quienes se aman de corazón!

Cuando me acuesto sola en mi habitación

Cuando me acuesto sola en mi habitación
y pienso en tí, noble caballero,
se enciende mi color, como la rosa en el espino
y me invade el corazón una gran tristeza.

En estos ejemplos podemos ver una gran diferencia entre la lírica germana y la francesa, donde la naturaleza tiene un valor primordial y la dama tiene una mayor libertad.

Dietmar von Eist (segunda mitad del s. XII): es el nombre que recibe un cancionero donde se encuentras creaciones de varios autores.

Estaba una mujer sola

Estaba una mujer sola
y esperaba en la llanura,
esperaba a su amado.
Entonces vio volar al halcón:
Halcón ¡qué afortunado eres!
Vuelas por donde quieres,
y eliges en el bosque
el árbol que te gusta.
Así he hecho yo también:
elegí para mi misma un hombre
en el que mis ojos se habían posado.
Ahora lo envidian mujeres bellas,
¡ay! ¿Por qué no me dejan a mi amor?
Yo no desearía el amante de ninguna.

En este ejemplo podemos ver que la mujer tiene voz y hace una pequeña disertación con la naturaleza para finalmente decir que es libre de elección.

2º Período clásico o verano: Se desarrolla desde comienzos del siglo XIII hasta 1230, fecha en que se sitúa la desaparición de Walther von der Vogelweide.

Wolfram von Eschenbach (h. 1170 – 1220): caballero bávaro, que desempeñó altos cargos en diversas cortes. Fue protegido de Walther von der Wogelweide. Su poema Parzival sirvió de base a Richard Wagner para la creación de su ciclo operístico del anillo de los Nibelungos.

(Fragmento de El brotar de las flores y de las hojas)

El brotar de las flores y de las hojas
y el aire primaveral, impulsan a los pájaros hacia viejos cantos
pero yo puedo cantar cosas nuevas,
aun cuando hiela, gentil dama, y aunque no me recompenses.
Los cantos del bosque y su música
después de la mitad del verano, no agradan a ningún oído.

El color de las resplandecientes flores brillará
más con el rocío en todos los sitios.
Los pájaros más cantores y los mejores,
en primavera arrullan con el canto a sus hijos.
El ruiseñor no se duerme entonces:
ahora estoy despierto y canto en el monte y en el valle.

En este fragmento podemos ver un gran preámbulo para decirle a la dama que la necesita. Este preámbulo es muy interesante pues se hace referencia a la belleza de la naturaleza para posteriormente pedir el favor de la dama. Pero la dama aquí ya no es una mujer real, resultaría ser una abstracción de la misma naturaleza.

Walther von der Vogelweide (h. 1170 – h. 1230): considerado como el mejor representante de los minnesingers fue poeta de la corte de Babemberg en Viena.

(Fragmento de Bajo el tilo)

Él había hecho allí
un lecho
muy rico, de flores,
aún sonreirá
de corazón
quien vaya por aquel sendero:
entre las rosas,
tandaradei,
reconocerá dónde apoyaba yo la cabeza.

Lo que hizo conmigo,
si lo supiera alguien
(¡no quiera Dios!), me avergonzaría.
Cuál fue su comportamiento conmigo
nadie lo sabe, sino él y yo
y un pajarillo:
tandaradei,
fielmente nos guardará el secreto.

En este ejemplo podemos ver un trozo de lírica donde se trata el tema del amor vil y además la voz lírica es de una mujer.

3º Otoño: cubre, aproximadamente, un siglo de paulatina decadencia. De forma paralela a lo que ocurre con la poesía francesa, vemos la aparición de poetas burgueses y la introducción del realismo y la ironía en unos o el predominio de la forma y la retórica en otros. Así los temas que paulatinamente se irían gastando pasarían a un segundo plano dejando en primer lugar una técnica cada vez se iría depurando más.

Neidhart von Reuenthal (1219 – 1246): noble originario de Baviera. Participó en la cruzada de 1219. Su obra se encuentra entre la época clásica y el otoño. Se inclina hacia el amor vil e introduce a los campesinos en su temática.

(Fragmento de Mayo es rico)

—Me alegra el campo
agradable maravilla para la vista,
que se acerca a nosotros,
—así hablaba una bella joven— la quiero acoger bien.

Madre, quiero irme
al campo con rica compañía
y quiero bailar al corro.
Hace tiempo que no oigo al joven cantar nada nuevo.

—No, hija, no.
Yo te he criado
con mi propio pecho:
haz ahora mi deseo, no vayas a divertirte con hombres.

En este fragmento podemos ver que la lírica alemana alcanza niveles insospechados para la lírica francesa, donde la mujer, joven, es libre de elección.

Los Minnesinger: El Minnesang

El Minnesang

El Minnesang, la primera poesía amorosa escrita en alemán, aparece en la alta Edad Media e históricamente viene a desenvolverse cronológicamente en algo más de siglo y medio. El Mittelhochdeutsch es la lengua en la que se desarrolla entre 1150 y 1350; vehículo de expresión de la clase caballeresca trata de hacerlo digno de la corte y de sus ideales. Caballeros y nobles cortesanas se convierten de este modo en portadores de una nueva cultura, que se extiende rápidamente por los castillos de la aristocracia. La labor de los poetas del período se centra en un esfuerzo por superar los dialectos, a fin de crear una lengua literaria en el ámbito alemán, autóctona, cultural y sobre todo hermosa. Los Minnesinger o Minnesänger introducen la poesía en los círculos caballerescos, consagrando una temática secular que de manera paralela había desarrollado y contagiado al género narrativo de la novela en verso. El término minnesänger significa literalmente «el que canta canciones de amor», pero se aplicó a todos los poetas líricos de la época.

Meinloh von Söflingen y Dietmar von Eist son los Minnesänger más representativos de las primeras manifestaciones del Minnesang autóctono. Surgiendo en la región del Donau (Danubio), la influencia provenzal es nula, lo que conlleva que las resonancias cortesanas sean tenues. Las formas poéticas son sencillas, siguiendo modelos locales y se prefiere la asonancia frente a la rima. Las obras de Heinrich von Veldeke, y Friedrich von Hausen inaugura un enriquecimiento métrico y estrófico colosal. Estos poetas ubicados en la zona del Rein (Rin) no se limitan a asumir las nuevas ideas amorosas procedentes de la Provençe (tercio meridional de Francia) sino que elevan el Minnesang a la altura poética de sus modelos, introduciendo y desarrollando la temática de las Cruzadas.

Con la fusión de la corriente lírica del Donau (Danubio) con la línea provenzal se produce el apogeo del Minnesang (Hartmann von Aue, Heinrich von Morungen, Reinmar von Hagenau, Wolfram von Eschenbach, etc.).

A partir de las obras de Walther von der Vogelweide, el género sufre una gloriosa degeneración: el género es más rico y versatil, pero el amor se torna genuino. En lugar de una señora lejana y hierática, surge la atractiva muchacha. Neidhart von Reuental, introduce el arquetipo de la campesina rolliza (arquetipo que ha pervivido hasta la actualidad) estableciendo una clara ambivalencia entre el eros y el minne (amor cortes). Tres poetas cierran el género: Steinmar, Heinrich von Meissen y Johannes Hadlaub coincidiendo con el desmoronamiento político, económico y cultural del mundo caballeresco

 

Antes del Minnesang sólo encontramos en Alemania lírica amorosa en latín, y aun en está la expresión de ese sentir tiene casi siempre un marcado carácter religioso. La complejidad y la riqueza de las formas poéticas que brotan con el Minnesang, por tanto, constituye un pequeño milagro que trata de consolidar el prestigio literario de las lenguas autóctonas.

El ritmo y la melodía, son dos aspectos inseparables a las composiciones de los Minnesinger que eran cantadas (jamás se leían o recitaban). Los poemas iban acompañados de una melodía compuesta por el propio poeta, que interpretaba casi siempre con un arpa, fídula (también denominada viella o rebec) u otro instrumento popular. La música era monofónica (es decir, constaba de una sola línea melódica sin armonía) predominando la forma del bar (AAB) o una variante de esta; el leich para versos narrativos más largos (AABBCC…). Ambas formas de monodia profana, tenían su origen en la balada y en el lai. Lamentablemente la mayor parte de estas melodías han desaparecido y el lector contemporáneo no puede hacerse sino una idea aproximada del efecto buscado por sus autores.
La concepción poética que subyace a la producción de los Minnesinger no puede dejar de resultar original. Una creatividad nada servil, enraizada en patrones antropológicos propios desarrolla una fecunda labor de lírica germánica. Si bien es cierto que nos encontramos ante un Yo que se expresa en términos individuales, no es menos presente la idea del poeta de estar elaborando un arte esencialmente social. La noción primaria de la lírica amorosa germana no es otra que la que liga de manera singular al caballero con la señora (a menudo casada), y sólo por extensión, al hombre con la mujer. Estos son casi siempre el Yo y el Tú del poema o canción, el motivo por el cual las palabras de la dama suelen aparecer sistemáticamente entrecomilladas. La noción de amor cortes supone una innovación revolucionaria en la sensibilidad alto medieval. Los trovadores introducen una nueva interpretación de la relación amorosa, que hasta entonces se había entendido alternativamente como variante menor de la amistad, como locura, o como pasión física.
Los Minnesinger pasar a explicar el amor como servicio o hohe Minne, estableciendo un claro paralelismo con el sistema feudal en el cual el vasallo está atado al señor de igual manera que él lo está al rey. Esta concepción entronca con la tradición del culto a la Virgen María, tanto en su vertiente psicológica (sumisión al ideal de pureza e inaccesibilidad), como en la estilística. El código del amor cortes, es mucho más que una simple transposición del amor del ámbito religioso al humano, conlleva la idealización del adulterio, en tanto que rechaza todas las consideraciones que justifican el matrimonio. Por ello el amor que es expresado por los poetas, equivale a un doble sometimiento: el sometimiento a un estricto código del honor que les obliga a conformarse con mínimas manifestaciones de interés por parte de la señora, y a una estructura social férrea y jerárquica en la que la propia posición constituye una confirmación continua de su inmutabilidad.

Tres etapas de la lírica septentrional

1º Florecimiento: comienza con los primeros imitadores de la poesía provenzal. En este período destacan grandes troveros, que en su mayoría fueron cruzados. Este período se considera cerrado  a principios del siglo XIII.

Conon de Béthune (1155 – 1219 ó 1220). Noble señor feudal que participó tanto enla II como enla IV cruzada.

(Fragmento de ¡Ay! Amor, ¡qué dura separación!)

Por ella me voy, suspirando, a Siria,

pues no debo abandonar a mi creador.

A quien le abandone en esta necesidad,

sabed, que él lo abandonará en otra mayor;

y bien saben los grandes y los menores

que allí se deben realizar hazañas,

pues allí se conquista el paraíso y la honra,

el premio y el galardón y el amor de la amiga.

En este fragmento podemos ver la influencia directa del arte de los trovadores pero aquí se agrega una idea más, la del creador como motor.

            Ricardo I, Corazón de León (1157 – 1199). Rey de Inglaterra

(Fragmento de Ningún hombre de valor dirá nada)

Mis compañeros, a los que amaba y amo,

los de Caen y del Percheron,

dime, canción, que ciertamente no son ellos;

nunca tuve contra ellos mal corazón ni falso.

Si ahora me combaten, hacen gran villanía

mientras yo esté prisionero.

En este fragmento podemos ver una lírica más compleja en la que intervienen otros factores además del amor cortés.

2º Decadencia: desde los primeros años del siglo XIII la monotonía en la lírica cortés del norte de Francia es absoluta y con gran dificultad se puede hallar una voz significativa.

3º Resurgimiento: en el segundo cuarto del siglo XIII  dos personajes le dan nueva vida a la lírica trovesca:

Teobaldo I de Navarra (Thibaut de Champagne) (1201 – 1253): Rey de Navarra, tuvo gran actividad militar y política. Participo en la cruzada de 1239, que fue un fracaso, murió en Pamplona. Logra para el arte de trovar un perfeccionamiento técnico único profundizando en los sentimientos.

(Fragmento de El dulce pensamiento y el dulce recuerdo)

El dulce pensamiento y el dulce recuerdo

hacen que mi corazón empiece a cantar,

y el amor puro que no me deja que tarde

y que hace que los suyos se mantengan en alegría

metiendo en el corazón la dulce añoranza.

Por eso, amor tiene gran poder,

pues hace al hombre que se alegre en la tristeza

y no lo deja marcharse ni con el dolor.

Nadie puede mantener buen sentido y honra

si no ha padecido los males de amar,

ni puede en modo alguno subir a gran valor

ni es posible que tenga ningún porvenir;

por eso os digo, de amor justa imagen,

que no se debe cejar por desesperanza

y no veréis que yo lo haga,

pues quiero morir, consumido, en amor.

En este fragmento vemos la evolución del amor cortés hacia la idea de un amor mas complejo que crea una dicotomía de sentimientos: alegría-tristeza.

Colin Muset (1234 – 1254): de origen bajo trabajaba al servicio de quien fuese. De un estilo único logra la creación de un estilo único que satiriza al amor cortés. En su poesí encontramos gran cantidad de elementos de la vida cotidiana.

(Fragmento de Cuando el abejorro zumba)

Cuando el abejorro zumba

sobre la flor nueva

y el sol luce

y todo brilla,

entonces me agrada la doncella

que es joven, gentil y hermosa,

por ella tengo gran gozo,

bastante más del que solía.

Yo soy suyo y ella es mía.

Desgracia tengo quien no lo acepte,

pues yo no me separaría de ella por nada.

Alegría y gran consuelo

tengo por la doncella.

sufro noche y día

y su amor me llama.

La he oído en el prado

cantar junto a la fuentecilla,

bajo un seto,

sola, con brial de seda;

tenía tocado de oro y cinta de cuero.

¡Dios! ¡Cómo se divertía

y cómo se alegraba!

En este fragmento podemos ver que el amor ya no es por una gran dama sino por una doncella así esta lírica se aleja de la poesía cortés.

Troveros

Los troveros surgieron al norte de Francia poco después de haber surgido —se habla de cincuenta años— la lírica trovadoresca. Esto fue debido a la constante comunicación entre estas dos zonas geográficas y tambiién al hecho que muchos de los trovadores se vieron en la necesidad de salir de sus cortes del sur de Francia hacia el norte debido a los problemas políticos existentes. De esta manera las cortes septentrionales recibieron toda la influencia de estos artistas.

 

La lírica trovesca se practicaba utilizando algunos dialectos franceses como: el franciano, el picardo, el anglonormando, el champanés, el valón, etcétera.

 

Los troveros, al igual que los trovadores, viven en un ambiente cortés y los hay de todas las condiciones sociales. Toman de los trovadores los principales géneros: la cansó, el sirventesio, la pastorela, etcétera. No se puede hablar de una diferenciación entre trovadores y troveros cuando estos últimos surgieron pues tomaron toda la influencia de los artistas meridionales. Así se puede hablar de tres grandes etapas de la lírica trovera.

Algunos trovadores interesantes

Algunos trovadores:

Uno de los primeros trovadores fue Guillermo de Aquitania o de Poitiers (1071 – 1126), caballero educado, hábil en el manejo de armas y muy carismático con las mujeres. Era un experto en el canto y poesía, ya que nunca ocultaba el amor que sentía por las damas que amaba.

(Fragmento de Haré una poesía sobre absolutamente nada)

Tengo amiga, no sé quién es:

nunca la vi, por mi fe,

ni hizo nada que me agradara o pesase

y no me preocupa:

nunca hubo abundancia

en mi casa.

Nunca la vi y la amo mucho;

nunca obtuve de ella favor, ni me ofendió;

cuando no la veo, poco me importa,

no lo precio un gallo:

pués sé de una más gentil y hermosa

y que vale más.

En este ejemplo vemos lo que era el amor cortés: el caballero solicita la atención de la dama pero ésta es distante y difícil debido a que es de un estrato social más alto y además es casada, por lo que ese amor es adúltero y por lo tanto difícil de conquistar.

Jaufré Rudel (1125 – 1148). Príncipe de Blaya. Se dice que se enamoró de la condesa de Trípoli por lo bien que se hablaba de ella en las cortes. Por lo que se hizo cruzado para conocer a la duquesa pero se enfermó. La duquesa al oír esto acudió a su presencia y así el príncipe pudo morir tranquilo.

(Fragmento de Cuando los días son largos, en mayo)

Verdad dice quien me llama ávido

y deseoso de amor de lejos,

pues ningún otro gozo me place tanto

como la alegría del amor de lejos.

¡Pero lo que quiero me está tan prohibido!

mi padrino me hechizó

para que amase sin ser amado.

En este fragmento vemos la idea de amor como sufrimiento por las mismas causas antes mencionadas.

            Marcabrú (1130 – 1149). De nombre original Panperdut. Fue abandonado en la puerta de un hombre rico, Aldric del Vilar, quién lo crió. Fue muy conocido y escuchado por el mundo y temido por su lengua: fue tan maldiciente que lo mataron por esa causa.

(Fragmento de El otro día, cerca de un seto)

—Señor, el hombre acuciado por locura

jura, ofrece y promete prendas;

así, me rendiríais homenaje,

señor —dijo la villana—

pero por un peaje pobre

no quiero mi doncellez

cambiar por el nombre de puta—.

—Moza, toda criatura

vuelve a su naturaleza.

Aparejar una pareja

debemos vos y yo, villana,

ocultos, lejos de los pastos

donde estaréis más segura

para hacer la dulce cosa.

Este fragmento muestra un modo de amor que para los trovadores estaría prohibido porque no se trata de amar a una dama de una condición mejor sino amar a una villana. Pero este amor es puesto aquí de relieve por tratarse de un sirventés y no de una cansó dedicada al amor cortés.

Guillem de Berguedà (1138 – 1192). Gentil noble nacido en Cataluña. Fue caballero y hombre de guerra fue famoso por sus sirventeses.

(Fragmento de Una cancioncita leve y llana)

Una cancioncita leve y llana,

ligerita, sin orgullo,

voy a hacer, contra mi marqués

el traidor de Mataplana,

que está lleno y repleto de engaño.

¡Ay, marqués, marqués, marqués,

de engaño estáis lleno y repleto!

Trovadores

En el siglo XI, en el sur de Francia, floreció el género de la poesía lírica, a través de esta destacaba el sentimentalismo del amor cortés; debido a esto muchos caballeros se vieron involucrados en la poesía cantando temas referentes a la belleza de la mujer y al amor como un sentimiento cegador, (este género  literario fue llamado cansó).

El trovador era un poeta dela Edad Mediaque escribía y trovaba en lengua provenzal (la cual era una  mezcla de dialectos vulgares). Éstos comúnmente eran personas enamoradas y muy cultas que atravesaban momentos de desgracia amorosa y que además se dedicaban al comercio o al feudo. Cultivaban la cultura de manera espiritual o política, poseían conocimientos musicales y literarios para los cuales se capacitaban estudiando por largos años.

Tocaban 2 o más instrumentos musicales y componían sus propias canciones. Algunos de estos, como fieles servidores, elogiaban a sus respectivos señores exaltándoles virtudes, participaban en los funerales para manifestar el dolor que causaba la muerte a través de sus  composiciones, o expresaban por medio de estas su propia visión del mundo. Pero en las canciones que estos dirigían a sus amadas, se mantenían en anonimato los nombres de aquellas damas, lo que denotaba un “amor cortesano“ u “honra mundana”.

En ocasiones las mujeres pagaban a los trovadores para que estos hicieran su nombre público y alcanzaran así la fama  por todo el país.

Los lugares más concurridos a  los que asistían para presentar su música trovadoresca eran las cortes de los reyes, quienes se deleitaban y entretenían al oír dicha poesía.

En ocasiones iban acompañados por juglares o juglaresas, los cuales sostenían sus relatos mediante instrumentos musicales como violas, arpas, tamboriles, castañuelas y laúdes. En sus obras encarnan las primeras manifestaciones líricas que se dieron  en la lengua vulgar del antiguo mundo románico.

La literatura trovadoresca dio como resultado cierta influencia en las costumbres caballerescas y en la religión, que la iglesia hubo de condenar.

Dichos poetas se dividían en cinco grupos:

1.- Escuela de Provenza.

2.- Escuela de Aquitania.

3.- Escuela de Auvernia.

4.- Escuela de Rodez.

5.- Escuela del Languedoc.

A partir del siglo XI este tipo de poesía empieza a florecer con características más variables, de manera que surgieron nuevos géneros literarios como son:

Serventesio; el cual abordaba temas satíricos. El plany; que refería a lamentos y elegías. El tensó, albas, pastorelas entre otros. Siendo la cansó la forma predilecta para tratar el asunto del amor cortés.

Se dice que los reyes de Aragón  y Portugal rivalizaron por obtener y recompensar a los mejores trovadores.

Bienvenidos al blog de la lírica francesa y alemana medieval

Este blog está hecho como apoyo para el estudio de la literatura europea medieval. Como parte de un proyecto conjunto en este espacio abordaremos solo el tema de la lírica de los trovadores, troveros y minnesingers.

Este es un ejemplo de la música y poesía de Guillermo de Aquitania o Poitiers. Esta pieza se llama «Pues de cantar me entraron ganas»